martes, 29 de marzo de 2011

Lo que algunos economistas no aprenden de la biología





















Algo que aprendemos de la observación de los sistemas biológicos (organismos, ecosistemas, etc.) es que no se puede crecer indefinidamente sin colapso. Los sistemas biológicos más perdurables están dotados de intrincadas redes de mecanismos dedicadas a evitar el crecimiento indiscriminado, perjudicial. Algunos de estos mecanismos de autoregulación
son la retroalimentación, la inhibición por exceso de residuos, inhibición por falta de recursos, la multiplicidad de funciones, la detección de determinados riesgos, las relaciones de interdependencia (por ejemplo depredador- presa y en general las redes tróficas) o la regulación de la fertilidad, pero existen muchos más. Los ecosistemas son un magnífico ejemplo de ello: una intrincada red de relaciones de interdependecia que los otorga mayor rendimiento, estabilidad, capacidad de adaptación y resiliencia. Además hay una presión selectiva que vela para que esto sea así, aquello que no se adapta al medio, reduce mucho sus probablidades de supervivencia. Algo tan simple y determinante ha tenido más bien poco impacto en la economía (no hace falta más que ver como se ha "rescatado" a los bancos).

Mirad estos gráficos recopilados de diversas investigaciones por New Scientist

La actividad humana a lo largo del tiempo
El impacto de las sociedades humanas sobre la Tierra

También podéis ver una combinación de todos los gráficos en la imagen de cabecera del post(clic en el gráfico para ampliar).

En el informe realizado a paritr del estudio y analizado por varios pensadores de la política, economía y filosofía se expresan de forma contundente las razones de por qué están en desacuerdo con el dogma de crecimiento actual:

La mayoría de nosotros aceptamos la necesidad de una forma más sostenible de vivir, mediante la reducción de las emisiones de carbono, el desarrollo de tecnologías renovables y el aumento de la eficiencia energética. Pero ¿son estos esfuerzos por salvar a un planeta condenado? Un creciente grupo de expertos están estudiando cifras como éstas y argumentando que la virtud de carbono y el ambientalismo colectivo son inútiles mientras nuestro sistema económico se basa en la hipótesis de un crecimiento. La ciencia nos dice que si nos tomamos en serio el salvar nuestro planeta, tenemos que reformar nuestra economía

Y es que como dice Serge Latouche "para creer que se puede crecer indefinidamente en un planeta finito, hay que ser o bien idiota o bien economista".

Hay alguna excepción a esta verdad objetivable históricamente, uno es el mismo Latouche, o Vicenç Navarro. Otro digno de mención es Nicolás Gerogescu-Roegen, padre de la bioeconomía, habló de ello a mediado de siglo XX con prácticamente nula trascendencia al mundo económico actual. Si bien hay que decir que no era economista de formación sino matemático, se interesó mucho por la estadística aplicada a la economía. Introdujo el concepto de entropía desde la termodinámica, y realizó trabajos fundacionales que después desarrollaría en la economía evolucionaria. Sus trabajos contribuyeron significativamente a la bioeconomía (llamada también economía ecológica) y son la base de la teoría del decrecimiento. No entedía una vida satisfactoria en el planeta si la especie humana no se adaptaba a su capacidad de carga. Cuesta encontrar ejemplos a gran escala de la aplicación de sus principios y podemos decir que poco se ha avanzado en esa dirección des de entonces. Y es que el problema es grave: nuestro modelo económico se basa en la asunción del crecimiento como algo, no sólo bueno, sino deseable y hasta necesario. Pero si miramos la naturaleza, vemos que el crecimiento es sólo el medio para llegar al tamaño óptimo. De hecho, lo único que adopta el crecimiento continuo como estrategia es el cáncer.

Otra brillante mente que se aparta de la máxima, y sí es economista, (de hecho profesor de economía en la Universidad Autónoma de Barcelona) es Arcadi Oliveres. Oliveres es experto en relaciones norte-sur, comercio internacional y economía de defensa. Es muy crítico con la política económica de los gobiernos y le preocupa el gran poder que ejercen los lobbies a nivel internacional.

Ya he colgado con anterioridad algún post sobre él. Hoy aprovecho para colgar la entrevista emitida ayer por Tv3 en el programa Singulars. Está en catalán dura unos 50 minutos, pero más abajo cuelgo otra charla de él en castellano (la primera parte de 10 min).





El origen de las migraciones modernas



Fuentes y lecturas interesantes:
New scientist. October 2008. Special report: The facts about overconsumption

New Scienetist. October 2008. Special Report: How our economy is killing the earth

Gowdy, J. and Mesner, S. 1998. The evolution of Georgescu-Roegen's bioeconomics. Review of Social Economy Vol. LVI, No. 2.

Monica di Donato. 2009. Decrecimiento o Barbarie. Entrevista a Serge Latouche. Papeles

Vicenç Navarro. 2011. La banca y el mundo académico

Shoshana Zhuboff. 2011. Wall Street's economic crimes against humanity

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