El vocablo quimiofobia
parece estar de moda. Creo entender los argumentos de los que llaman
quimiofóbicos a otros. Pero permítanme que dude de que el apelativo quimiofóbico
sea el más exacto, riguroso y respetuoso para referirse al colectivo que designa.
Veamos…
ARGUMENTOS CIENTíFICOS
En el ejercicio
de la duda, me pongo en el lugar de aquél que cree que hay riesgos que no merece
la pena asumir en relación al beneficio que aportan; para el caso que nos ocupa,
la química, o mejor dicho: los nuevos productos de síntesis química. Lamentablemente, la ciencia, la tecnología y el conocimiento, no son perfectos.
Se habla mucho de lo que se conoce sobre los productos químicos pero muy poco sobre lo que se desconoce. Y son
opiniones basadas igualmente en datos científicos, históricos y opiniones fundamentadas.
Les hablaré de alguna de esas dudas razonables que legitiman cierta desconfianza
hacia los productos de síntesis química.
1.- No se hace
prácticamente ninguna prueba combinada de esas sustancias. Se sabe con cierta
precisión lo que hace cada una de las sustancias químicas individualmente
sobre los organismos. Pero se desconoce en gran medida lo que pueden llegar a
hacer todas esas sustancias en su conjunto. Este fenómeno se conoce como el efecto cóctel.
2.- Los estudios
de toxicidad que se realizan, se hacen en animales, modelos aproximados, pero
que desafortunadamente conllevan una, considerable según algunos, imprecisión.
3.- Los estudios
de toxicología, normalmente se evalúan a nivel histológico, y en algunos casos
bioquímico. Pero lo cierto es que pueden pasar por altos aberraciones
celulares, genéticas, transcripcionales, epigenéticas, metagenómicas, etc.. Especialmente a largo plazo. Respecto a este punto hay que hacer referencia al comportamiento. No se hace ningún estudio para averiguar los efectos sobre el comportamiento de determinados compuestos, a pesar de que se ha demostrado su influencia (por ejemplo con los disruptores endocrinos y el comportamiento sexual).
4.- Algunos estadísticos
y epidemiólogos, al menos igual de preparados que ustedes, opinan que el
cálculo y evaluación del riesgo está desfasado.
5.- Los
muestreos para hacer pruebas obvian pequeños porcentajes de población con una
peculiaridad genética o metabólica (estoy pensando en la metabolización de
xenobióticos). .
6.- Los márgenes
de confianza de estas pruebas suelen ser del 95%. Eso significa que un pequeño
porcentaje (que puede llegar a ser teóricamente del 5%) las conclusiones a las
que se llegan estos estudios de seguridad no tienen por qué ser correctas.
7.- Los productos de síntesis química que se
conocen son seguros, y las agencias controladoras funcionan bien, o mejor dicho,
lo mejor que pueden. Pero ¿recuerdan la
talidomida? De esa experiencia obtuvimos avances como los estudios de
teratogenia. Y es que las sorpresas, los avances y los cambios de paradigma
existen.
8.- El Consejo
Europeo tomó la resolución en Niza en el 2000 de adoptar el principio de
precaución. Cuando una evaluación
pluridisciplinaria, contradictoria, independiente y transparente, realizada
sobre la base de datos disponibles, no permite concluir con certeza sobre un
cierto nivel de riesgo, entonces las medidas de gestión del riesgo deben ser
tomadas sobre la base de una apreciación política
que determine el nivel de protección buscado. Dichas medidas deben, cuando es
posible la elección, representar las soluciones menos restrictivas para los
intercambios comerciales, respetar el principio de proporcionalidad teniendo en
cuenta riesgos a corto y a largo plazo, y por último ser reexaminadas
frecuentemente de acuerdo con la evolución de los conocimientos científicos.
Por último, el Consejo europeo acentuó la importancia de la consulta e
información a la sociedad civil.. (tomado de la wikipedia) ¿Quíen determina
esa certeza sobre un cierto nivel de riesgo? ¿Cómo funciona exactamente la
apreciación política que determine el nivel de protección buscado? ¿Quién
determina lo menos restrictivo para la industria? ¿Cuándo se ha consultado a la
población civil? En eso también se puede
dudar. Tenemos un ejemplo cercano y
actual, el BPA. ¿El BPA ha llegado a esos niveles? Parece ser que lo suficiente
para que se retire de productos para bebés, pero en adultos no. Eso es hilar
muy fino. Y no se extrañen si alguien alberga dudas.
9.- La
información no siempre fluye como fuera deseable (existen ensayos no publicados,
informaciones ocultas, paperghostcripts, etc).
Prácticas todas ellas reprobables, pero que a veces suceden.
10.- Y
comprenderán ustedes que exista cierta desconfianza hacia los mecanismos
políticos de evaluación del riesgo. Con el entorno que tenemos de empresas que
subvencionan a partidos, lobbies, puertas giratorias y fenómenos similares, no
me parece descabellado que alguien pudiera pensar en que es posible que haya
fallos en los mecanismos de control.
11- Normalmente
el coste de la prevención es mucho menor, especialmente en coste humano, que el
de no haber prevenido en caso de accidente.
Estos son sólo
algunos de los argumentos que se me ocurren en el ejercicio de la duda al ponerme en el lugar de la otra parte. Fundamentan una legítima duda sobre los métodos y
comportamientos humanos, aunque probablemente existan muchos más, disculpen mi
falta de exhaustividad. No significa que yo los defienda, ni le doy el mismo
valor a todos los argumentos. En un ejercicio de rigor intento hacer acopio de
todas las observaciones posibles para poder realizar una buena síntesis.
Por otro lado la historia está llena de accidentes, avances y cambios de paradigma. Tanto en el conocimiento sobre los productos químicos (ddt, organofosforados, bromados, amianto, tabaco, talidomida, donde cada vez aparecen nuevas sustancias con nuevas propiedades, por ejemplo las nanopartículas), cómo sus efectos sobre la salud (disruptores endocrinos, inmunoestimulantes, medioambiente, síndrome de hipersensibilidad química múltiple, priones) y los sistemas de control (la carne da caballo, las dioxinas, Creutzfeldt Jakob, los transgénicos de Monsanto en Oregón).
No es ser insensato, ni mucho menos fóbico, pensar que la ciencia y el hombre
no lo pueden todo. Y se lo dice alguien que humildemente se considera un
científico. Hacemos todo lo que podemos, habitualmente lo mejor que podemos,
pero no siempre es suficiente, lamentablemente. No creo que haya
que tener fobia a nada para ser cauto con la prevención de riesgos, ni para disminuir
la exposición a pesticidas, productos de limpieza, aditivos alimentarios de
nueva entrada. Y hacer una evaluación individualizada de cada uno de esos nuevos productos, e incluso de forma combinada. De hecho, es postura es la que impulsa a los mecanismos de control
para que cada vez tengan más seguridad, de esa misma que ustedes y yo defendemos.
REFLEXIONES ETIMOLÓGICAS
Por último y como
nota complementaria. Etimológicamente
quimiofobia, vendría a significar algo así como el miedo irracional a las sustancias químicas. Además,
normalmente, las fobias se asocian con un trastorno piscológico o psiquiátrico. Por ello le veo dos objeciones a dicho
apelativo:
1.- Cierta desconfianza hacia los nuevos productos de síntesis química no tiene por
qué ser miedo, ni porqué ser irracional y mucho menos una
patología. El nombre quimiofóbico podría
llevar a inducir a pensar que tratan de enfermos a una parte de la sociedad.
2.- Siguiendo su
oportuno y recurrente apunte de que todo lo que es natural también es químico,
el significado etimológico del apelativo que usan contradice su definición de
química. Dado que las personas a las que se
refieren sólo temen un parte de la química, posiblemente la química de síntesis.
Quimiofobia parece acusar de insensatez o
enfermedad, a personas que opinan razonadamente algo diferente a ustedes. Tampoco
me parece prudente insistir en la química como algo apartado de lo natural, ya que lleva a equívoco en un
concepto en el que entiendo que ustedes precisamente emplean un gran esfuerzo
en esclarecer. Se me ha ocurrido buscar humildemente un apelativo
respetuoso que describa con rigor aquello a lo que ustedes se refieren. He estado buscando con profusión algún nombre
complejo que pudiera resultar sumamente interesante y aportar algo de novedad
sobre el, a veces monótono, panorama bloguero. Y pesar de mis infructuosos
intentos (como sintetoaverso, o antropomórfugo) no he podido dar con nada mejor
que el vulgar cautos, el impreciso dudosos, o el aburrido defensores del
principio de precaución. Disculpen ustedes mi falta de creatividad… Ya me dirán ustedes ahora como podemos causar
sensación sin un palabro moderno, provocativo y biensonante en nuestros posts,
si queremos ser rigurosos…
Bromas aparte. me
admira su voluntad de llegar a respuestas y preguntas
cada vez más atrevidas y mostrar lo que la
ciencia nos puede aportar sobre los misterios de la naturaleza, (o la química,
vaya). La discrepancia, el contraste, la
crítica (y autocrítica), la diversidad y la duda, nos hacen más sabios, más
justos, más rigurosos, más imparciales y probablemente más científicos.
CONCLUYENDO
En resumen creo simplemente
en diversos actores que enriquecen el panorama de opiniones que se generan ante
unos mismos hechos científicos. Tan lícito es pensar que el riesgo, por pequeño que sea, merece la pena ser asumido como no asumido. Ese es el debate y deberíamos
celebrarlo, y quizás alejarnos de apelativos que pueden hacer pensar que una
parte de diálogo es tildada de insensata o enferma; y además perpetuar el
concepto de química como algo ajeno a lo natural.
Su inestimable valor al aportar seguridad y confianza
en nuestros mecanismos de control, agencias regulatorias y el conocimiento
científico, son de gran ayuda para hacernos huir de una oposición irracional y
generalizaciones peligrosas. El mismo valor, probablemente, que aportan aquellos que defienden el principio
de precaución que, en ocasiones, hacen avanzar esas instituciones que ahora
tanto defendemos ustedes y yo. Y ambas posturas son el garante de que se haga contrapeso. Es
probable que en esa continuo que separa el debate entre cautos y confiados, incluso entre
temerosos y temerarios, halle probablemente la respuesta óptima que
satisfaga a la mayoría de la población.
Les hago llegar un mensaje de celebración por aportar sus valiosas
opiniones y críticas a este debate tan apasionante como es la evaluación del
beneficio-riesgo en ciencia aplicada.
Reciban un
cordial saludo.
Si no es posible conocer el efecto combinado.
ResponderEliminarSi los experimentos con animales y modelos son imprecisos.
Si los estudios toxicologicos y epidemiologicos no son validos.
¿En que se basan los quimiofobicos para afirmar que los compuestos químicos son dañinos?
Hola Alb, gracias por comentar.
EliminarNo estoy seguro de entender tu inquietud. Precisamente ese desconocimiento que reflejan tus formulaciones en condicional, son lo que fundamentarían cierta duda hacia los mecanismos de control y la seguridad absoluta del conocimiento humano. Algo que se añadiría a los ya demostrados avances y cambios en ciencia y control de sustancias, que a veces desembocan en desgracias históricas (ddt, amianto, talidomida, priones. organofosforados, PCBs, por mencionar unos pocos...).
Tenemos buenos sistemas de control, pero todavía se pueden mejorar, y esos tres ejemplos que citas son claros ejepmlos de áreas en donde nos queda camino por recorrer.
Evidencias de daño de algunos productos químicos de síntesis las hay. Aquí hice un comentario sobre los pesticidas, por ejemplo (http://lacadernera.blogspot.com.es/2013/07/los-cultivos-trangenicos-son-mas.html). O el estad actual de las evidencias del efecto del BPA sobre la salud han sido publicadas en diversos artículo científicos. Recientement también se ha descubierto reacciones adversas muy seria dels Glifosat, publicado por el MIT y cambridge.
Afortunadamente el conocimiento avanza, y, en ocasiones, deja obsoletas las percepciones que teníamos hace tan sólo un año.
Gracias de nuevo por comentar.
Casi nadie cuerdo dice que los compuestos químicos (de los cuales se compone ¿casi? todo lo real) son dañinos, en su totalidad. Se habla de nuevos productos, cuyos efectos no hemos podido evaluar a medio plazo ni tan siquiera; también hablamos, y mucho, de puertas giratorias en la EFSA, en la FDA: ya sabes, de Monsanto a CocaCola.
EliminarEs muy fácil ridiculizar los argumentos del contrario para poder rebatirlos más agusto; sin embargo, a eso lo llamamos "falacia". Nadie te dice que los compuestos químicos (WTF) sean terriblemente peligrosos. Nadie. Vosotros decís que otros dicen eso: ojo.
Si hay puertas giratorias, si no es posible conocer el efecto combinado, si los modelos son imprecisos y los estudios toxicológicos TAMBIÉN, el sentido común hace que saquemos nuestra prudencia y cautela a la luz y asumamos el principio de precaución.
Eso no quiere decir que no vacunemos a nuestros hijos, que no nos sometamos a quimioterapia o que dejemos de ir al médico cuando vomitemos sangre, pero quizás dejamos de comer ciertas cosas, de usar tampones o de tomarnos un norotil (y otras burradas que oye una, que es mujer) cuando tenemos la menstruación. ¿Te vale? ;-)
Yo soy muy quimiofílica, pero sin pasarse, eh.
Y puedes llamarme quiomiofóbica, pero la valeriana me parece menos mala (Siempre y cuando no seas alérgica) que el transilium. Aunque es posible que esté loca, porque creo que la valeriana produce una reacción química... Otra cosa es que su efectividad sea menor, pero también habrás de reconocer que nos sobremedicamos sin ningún tipo de precaución y prudencia.
EliminarNo podéis ir dando por bueno todo estudio que salga nuevo sin un número razonable de réplicas y un margen de tiempo suficientemente amplio: eso sí que no es nada científicos, chicos/as. Si llevan 20 años discutiendo sobre el aspartamo, mi ignorancia me dice que no hay nada decidido; ergo, mi ignorancia decide ser precavida y no consumirlo.
Hola Beatriz,
Eliminargracias por tus comentarios
Tu opinión enriquece el debate y plasma de forma vívida las contradicciones que cuaquiera puede albergar al enfrentarse al asunto de forma imparcial.
Agradezco tu aportación
Hace tiempo la invención de la máquina de vapor cambió el paradigma de los transportes, a pesar de que hubo gente que tenía miedo de ella (vaporfóbicos los llamaríamos hoy) que decían que era antinatural ir a 30 km/h, que no podríamos respirar, que la presión nos mataría, etc. Y seguro que si había algún accidente dirían aquello del "ya os lo dije...". El caso es que era perfectamente posible y se ha avanzado mucho gracias a ello. Siempre hay gente que siente miedo cuando aparece algo nuevo.
ResponderEliminarHoy la historia se repite con las sustancias de síntesis. Efectivamente hubo algunas que se sacaron al mercado y después se descubrió que fue erróneo, pero extender las críticas a todas no es justo. Se les exige niveles de confianza del 100% cuando eso es imposible para cualquier sustancia, sea de síntesis o no. Se les exigen pruebas imposibles, ¿has hecho cálculos de cuántas combinaciones distintas hay de sólo 3 sustancias? ¿y de sólo 4? ¿y de sólo 5?. Espero que veas la contradicción al afirmas que la ciencia y el hombre no lo pueden saber todo, pero se le exija que se sepa todo (únicamente) sobre las sustancias de síntesis. Se pide que se hagan pruebas sobre una posible toxicidad sea en humanos ¿wtf?. Además se sacan teorías conspirativas sobre lo malas que son las industrias y los gobiernos.
La posición de muchos calificados de quimifóbicos no es de cautela, y en mi opinión ya no es ni de miedo, es de odio.
Sobre la etimología:
1.- Si objetas de la palabra quimofobia por no ser una enfermedad, ¿lo haces también de xenofobia?
2.- las personas calificadas de quimifobia en general consideran equivalente químico y artificial, de ahí su nombre. Esas personas son las que hacen la separación de químico y natural.
y yo añadiría 3 Esa definición de fobia es la que tú has dado, si es la única que consideras pero no es su única acepción. En la primera acepción de la RAE no habla de irracionalidad, ni en la 1ª o 2ª habla de enfermedad. Yo lo definiría mejor como "miedo desproporcionado", y así efectivamente la palabra "quimifobia" es perfectamente válida.
Por cierto, ¿puedes extenderte y contar algo más sobre el síndrome de sensibilidad múltiple que has mencionado antes?
Hola,
EliminarGracias por la crítica.
Efectivamente el balance beneficio riesgo es una parte esencial en la regulación de diversos avances. Y a pesar de ser un apasionante debate, no tiene una única solución. El balance del riesgo se hace en función del conocimiento existente, y su dictamen se hace en base a una opinión. Resumiendo brevemente lo expuesto en el post
1.- El conocimiento es limitado, y debe lidiar con incertidumbres. Por ejemplo lo que mencionas del efecto cóctel.
2.- Con esos datos imprecisos en la mano, alguien tiene que pronunciarse sobre el riesgo que esos datos aportan. La evaluación. Sólo hay que ver las diferentes regulaciones internacionales y las diferentes decisiones. Las opiniones son distintas, dan credibilidad a datos distintos y cuantifican el riesgo de los desconocido de forma distinta. Y, gracias por recordármelo, sí a veces bajo presiones de la industria y/ o gobiernos. De todo esto hablé en dos anteriores post que quizás te puedan interesar de agnotología e infoxicación.
Ambas me parecen afirmaciones legítimas. No afirmo que se tengan que hacer pruebas en humanos, simplemente que el conocimiento es limitado. Del mismo modo no digo que haya conspiraciones en ningún lado, simplemente digo que la historia ha mostrado comportamientos que pueden hacer querer más tranparencia y rigor. Lamento no haberme expresado con suficiente claridad y más lamento que me haya parecido apreciar que me relacionabas con conspiranoias.
Estoy totalmente de acuerdo con tu afirmación de que todos lo productos de síntesis no deben ser tratados iguales. Hace falta una evaluación individualizada.
Lo más oportuno del síndrome de sensibilidad química múltiple es que nos recuerda dicha parcialidad de conocimiento. Qué existe la posibilidad de enfermedades desconocidas, en este caso a la exposición a productos de síntesis química. No soy un experto (ni siquiera se si existe realmente esa nefermedad), y creo que es un caso polémico justo en la frontera del desconocimiento, ni siquiera hay una causa establecida. Para el caso que nos ocupa, es preferible escoger temas sobre los que los años ya han arrojado luz sobre los beneficios y los riesgos estimados. Podríamos hablar de la silicosis, la asbestosis, la teratogenia y la disrupción endocrina o podríamos hablar de la talidomida, del amianto o del DDT. Y también de tantos otros productos que no han causado ningún problema.
Y es que la ciencia avanza mucho, y se exigen y todavía se exigirán controles más rigurosos. Creo que en eso estamos de acuerdo. Se puede hacer más. Y eso no es malo. La pregunta es: ¿cuanto más? ¿cuanto riesgo más? ¿cuanto coste más? ¿cuantas combinaciones más? Y en eso le doy la razón.
Sobre la etimología:
1.- Pues ciertamente a mi la palabra xenofobia me hace pensar en un trastorno psicológico. Quizás la que menos de todas las fobias. Ni soy médico ni psicólogo y eso de diagnosticar enfermedades no me queda cerca. No me gustaría que alguien pudiera pensar que diagnostico a la gente de (copio de la RAE "fobia") aversión obsesiva o temor irracional compulsivo. Obsesión y compulsión son trastornos psicológicos.
2.- Ciertamente dichas personas son las que originan la confusión. Sólo digo que me parecería consecuente con la labor pedagógica no insistir en dicha confusión. Aunque era una broma, entiendo perfectamente lo que quieres decir, probablemente igual que cuando alguien confunde química con natural. Disculpa si la broma no te ha gustado.
Mi intención es acercar posturas y mostrar el amplio rango de posiciones en el balance del beneficio-riesgo. Y no dudo que pueda existir alguien que odia a los productos químicos, pero no creo que sea común. Es un debate en donde hay tantos cautelosos como aventurados, temerosos como temerarios. No me gustaría decir que se divide entre fóbicos y filicos. Yo no creo que sea apropiado.
celebro tu crítica,
a tu disposición para seguir debatiendo.
Gracias por tu comentario.
La sensibilidad química múltiple nos recuerda otras cosas. Por ejemplo a mi me indica que hay gente que a pesar que se haya demostrado que es psicosomática no acepta esas pruebas, por muy científicas que sean http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/18568800, http://europepmc.org/abstract/MED/7931736/reload=0;jsessionid=954BUR0SwT8kjfA1aLWD.16, y no lo aceptan por razones ideológicas. Siempre se escudarán en que faltan más pruebas o que no se ha probado tal sustancia, etc. Y eso me sirve para enlazar con el tema del artículo, ya que como mencionan en http://informahealthcare.com/doi/abs/10.3109/15563659509000459, la gente afectada de este síndrome podrían clasificarse como quimifóbicos.
EliminarEstoy de acuerdo en que hay un amplio espectro de gente dentro de las que, de alguna forma u otra, sienten animadversión hacia lo artificial. Pero creo que el hecho del síndrome de sensibilidad, sus asociaciones, su presión, etc. sería un ejemplo para demostrar que ese rechazo obsesivo es más común de lo que se piensa. Sí es cierto que a raíz de la popularización de este término, así como el de "magufo" se ha hecho un abuso de los mismos, pero ese es un tema diferente a la idoneidad del término.
Las fobias podrían clasificarse como trastornos de comportamiento, no creo que necesariamente enfermedad. En la misma wikipedia los definen como que "también se suele catalogar como fobia un sentimiento de odio o rechazo hacia algo que, si bien no es un trastorno de salud emocional, sí genera muchos problemas emocionales, sociales y políticos". En mi opinión es una buena definición. Dado que, como tú mismo afirmas, se hacen controles y estos en la mayoría de los casos son todo lo mejor que se sabe/puede hacer a día de hoy, y en general no funcionan mal, parece que una postura de rechazo total no es lo más racional, por lo tanto el uso de esa palabra sería adecuado.
Como dicen en uno de los artículos enlazados antes sobre el síndrome de sensibilidad química, es necesaria una correcta definición. Así que además de adecuado, creo que es lo correcto. No creo que evitar, suavizar o utilizar eufemismos aporten algo positivo. En definitiva, creo que a las cosas hay que llamarlas por su nombre.
Hola y gracias de nuevo por tu aportación
EliminarRepito que no soy experto pero en la Wikipedia, discusión que probablemente no mejoraremos ni tu ni yo, refleja que hay estudios contradictorios (http://en.wikipedia.org/wiki/Multiple_chemical_sensitivity). Está reconocida en ciertos países, en ciertos pacientes y en ciertos círculos. Por eso te decía que es un gran ejemplo actual del avance del sistema científico. Nos queda mucho por saber. Y tu aportas tu visión. Legítimo, pero quizás no del todo científicamente riguroso. Debemos explorar todas la posibilidades. Y esas posibilidades concluyen que no está claro si es una enfermedad o no. A pesar que tu aportes RCT de 2008 y dos artículos antiguos de 1994 y 1995.
De hecho hay científicos (de 2010) que postulan hasta marcadores biológicos para dicha enferemedad (http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/20430047). Es relevante por el hecho de recordarnos la variabilidad que afecta a la metabolización de xenobióticos y en una posible enfermedad, hipotética si tu quieres, MCS.
¿No crees que dichos estudios nos deberían hacer dudar?. Vaya, no se si eres científico opero supongo que sí. Los ensayos clinicios son contradictorios, y creo que hay inidicios suficientes por ambas partes como para al menos tener dudas.
Está claro que las causas ambientales forman parte de etiología de muchas enfermedades. Está claro que diversas sustancias químicas de síntesis forman parte de esa panoplia de causas ambientales, Y está claro que se desconoce lo que muchas de esas sustancias pueden hacer en el cuerpo humano. ¿cómo, cuánto, dónde, quién debe/mos regular eso?
Para lo que viene al caso me va bien que compares los que llamas “quimifóbicos” con la MCS ¿Sabes la incidencia de la enfermedad? ¿Vale la pena inventar un nuevo y confuso apelativo para esa pequeña porción de gente? ¿Sabes cuanto se tardó en asociar tabaco y cancer de pulmón? ¿o amianto mesotelioma? Fueron muchos años, llenos de dudas como con el MCS.
Creo que sin intención nos estamos desviando del también apasionante tema del beneficio-riesgo. No creo que nuestra labor sea determinar, creo que ninguno de los dos somos lingüistas, palabra es adecuada para designar a un colectivo. No obstante creo que sí somos científicos los dos. Mi contribución pretendía lanzar una reflexión sobre la idoneidad de los sufijos contenidos en la palabra (quimio y fobia) ¿son los más apropiados para mantenernos dentro de un rigor en un caso y dentro de nuestra coherencia pedagógica en el otro? Por supuesto en el hipotética caso de estar acusando a alguien que puede tener un grave trastorno metabólico de enfermo mental me parece, por usar un eufemismo, osado.
No por ello pretendo que dejes de usar la palabra. Al contrario estoy contento de tu insistencia y participación. Ahora entiendo algo mejor lo que lleva a uno a tildar otro de quimiofóbico. Gracias por abrir mi perspectiva.
Del mismo modo agradezco que me hayas acercado a la MCS. Creo que es un fenómeno (veremos si psicosomático o fisiológico, aunque sospecho que bajo ese mismo denominativo se puedan esconder patologías de ambas etiologías) muy interesante. Creo que puede dar para un post.
Y gracias de nuevo por comentar y por el tiempo dedicado.
Saludos
Sabes lo que me soltó un amigo quimiofóbico, Tan injustamente llamado según tu? se quejo de los productos químicos que su madre tenia en el cuerpo antes de él nacer...El problema no es la precaución, sino la intransigencia y el proselitismo de estos individuos, que no se aplican el vive y deja vivir, y cada uno con sus ideas, si vienen a tu casa lo invitas a algo y te hacen una autopsia...
ResponderEliminarHola,
EliminarNo se si tu amigo, se refería a compuestos como el DDT, el glifosato o la talidomida. Que causan anormalidades en el feto. Lo cierto es que todavía nos queda mucho por conocer sobre los efectos de algunas sustancias del cuerpo materno sobre el feto. Es un tema difícil de estudiar, y preocupación compartida por bastantes toxicólogos. De hecho hay toda una rama de la toxicología dedicada a ello.
Ese vive y deja vivir que tu defiendes se podría interpretar como no interferir en la libertad de los demás. ¿Puede realmente elegir alguien que no quiere estar expuesto al BPA, o a los pesticidas? Probablemente no, y de eso se quejan.
Si me permites te contaré una historia: Mi abuela se paso la vida prefiriendo no usar productos químicos (usaba algunos, pero poco). Mi tío Brígido es un fiero defensor de las ventajas de estos productos, y rocía glifosato a menudo en su jardín, sin protección. Le he hablado de la necesidad de hacerlo correctamente, con protección, que haya ventilación, y que lo que hace tiene ciertos riesgos. A pesar de mi insistencia y de saber que era peligrosos lo que hacía, no modificaba su comportamiento. Lo cierto es que nunca me he preocupado de la interacción que pueda sufrir mi abuela con los productos de síntesis química. Y es que el comportamiento humano y los sesgos cognitivos también entran en juego.
Cuando Anónimo 17Julio a las 11:32 habla del feto no puedo evitar pensar en Rachel Carson y Silent Spring. No se trata de Síndrome de Frankstein pero la virtud está en el "medio"... Prudencia y precaución implica no hacer ciertas cosas embarazada: (ignoro si eres varón, así que te trataré como mujer por economía lingüística) ¿Fumarías tabaco o marihuana con 5 meses de gestación? El tabaco es legal, no está prohibido. Nos advierten de los peligros de su uso, igual que nos advierten de grasas trans y azúcar (cosa muy adictiva). ¿Tomarías ibuprofeno cada vez que te doliese la cabeza (muy normal si estás embarazada) o consultarías primero a un médico sobre si es o no es conveniente? ¿No crees que tiene, al menos, un 10% de razón aunque sus fundamentos estén errados?
EliminarBeatriz, crees realmente que la madre de mi amigo, hubiera hecho algo malo para su futuro hijo, sabiéndolo de antemano?
EliminarNo, no estoy hablando de que le tenga miedo a DDT, el glifosato o la talidomida, que es muy normal, sino ha todo en general...no bañarse en la playa, por noseque del nivel de las bacterias...
Hola Alan,
ResponderEliminarMe ha gustado mucho la entrada. Creo que tienes razón en que se confunde el principio de precaución con la fobia, y se tiende a tachar a todos aquellos que tenemos dudas con respecto a la seguridad de las nuevas sustancias químicas como extremistas irracionales.
Yo también creo que lo que necesitamos es un debate abierto y respetuoso. Por eso recurrir a apelativos no soluciona nada. Se me ocurre que podríamos calificar a los partidarios de las sustancias químicas de secta, por venerar ciegamente estas sustancias. Pero no creo que sea un apelativo adecuado porque solo serviría para polarizar aún más las opiniones.
El problema que yo veo es que la mayoría de la gente toma la decisión de ser o no ser "quimiofóbico" sin conocer cómo funciona el sistema de desarrollo y prueba de estas sustancias. Tendemos a pensar que la ciencia lo puede y sabe todo. Pero detrás de la bata blanca hay personitas que también se equivocan. Por eso tu lista de dudas razonables es muy útil, muchas gracias por exponerlo de forma clara y ordenada.
Creo que todos tenemos derecho a tener una opinión sobre cualquier cosa que potencialmente pueda afectar a nuestra salud y a la de nuestra familia.
Un saludo,
Mónica.
Hola Mónica,
EliminarOpino los mismo que tu. El tema se merece un debate abierto y respetuoso. El problema es la gente que se posiciona sin saber o sin tener en cuenta todas las posibilidades. En ciencia uno no se debe dejar llevar por la opinión, ni debe mantener posturas inflexibles. Lo único que sabe un científico es que lo piensa hoy, mañana puede ser superado.
De hecho según Popper, uno de los padres de la ciencia, lo que debe buscar un científico es FALSAR sus hipótesis. Eso significa buscar todas las posibilidades de que lo que afirma NO es cierto. Es un cualidad algo escasa en nuestros días. Los científicos estamos algo faltos de esta humildad.
Gracias por tu aportación
Saludos